Aptitudes Talentosas

Hola mundo!

Conforme vamos avanzando en este arduo proceso de ‘reprogramación’ (de ahí el nombre de este blog), nos encontramos por el camino a muchas personas relacionadas con el mundo del desarrollo informático para hacer un poco de eso que llaman ‘networking’, dicho en castellano, contactos para abrirse puertas en un entorno laboral.

Y llevando a cabo este tipo de práctica, ayer sin ir más lejos aterrizamos todos los ‘talentos’ en las oficinas de la ya conocida aplicación Job and Talent, esa plataforma de empleo que se diferencia de todas las demás por ser la que te permite llegar al empleo de una manera mucho más intuitiva, analizando al milímetro cualquiera de tus aptitudes.

Parece cosa del destino (o no) que los conceptos empleo y talento estén íntegramente relacionados con Talentum Empleo, y es que son personas encargadas de buscar el talento como sabuesos y elevarlo a su máximo esplendor para llegar a conseguir el tan apreciado trabajo del que muchos aún carecemos.

La verdad que aún todo está recubierto por un agradable halo de misterio, más aún lo está el por qué de esa selección de un número determinado de personas con una serie de cualidades idóneas para desarrollar una labor tan específica como puede ser Ruby on Rails. Lo único que tengo claro es que estas personas que llegan a nuestras vidas, y todas las que quedan por llegar, tienen una luz especial que me revuelve el estómago (en el buen sentido) y despierta en mí esa necesidad por seguir mejorando mis aptitudes para poder crecer como profesional.

Hoy dejo de lado la programación para ofreceros este trozo de literatura de barrio que llevo por dentro, porque todo suma y todo cuenta para llegar al final con unos buenos resultados. En definitiva somos personas con opiniones dispares y que, además de saber desarrollar una compleja aplicación de algoritmos, también compartimos gustos, buenos ratos y nuestros propios talentos con los que tenemos más cerca. Aquí pongo punto y final a este ‘post’, aunque siempre podréis recurrir a ese refrán que dice: A palabras necias, oídos sordos…

Periodista Reprogramado

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